En la serie, uno de los personajes entra en prácticas al prestigioso colegio de “Las Encinas” con el objetivo de ser la persona de apoyo de los alumnos a través de una aplicación móvil en la que éstos pueden comunicar en anónimo sus dudas, sus miedos y sus batallas internas, dando visibilidad a la salud mental y la importancia de crear entornos seguros para las personas que conviven en ellos, ya sea tanto en el ámbito laboral como en el ámbito educativo.
Como hemos comentado varias veces en nuestro blog, los canales de comunicación no sólo deben ser vistos como una obligación a tenor de la entrada en vigor de la Ley 2/2023, de 20 de febrero, reguladora de la protección de las personas que informen sobre infracciones normativas y de lucha contra la corrupción o del artículo 31 bis 5 apartado 4 del Código Penal, que dispone que los Sistemas y programas de Compliance deben contar con medios para informar sobre los posibles riesgos e incumplimientos del modelo, sino que los canales de comunicación son una herramienta que tiene como objetivo prevenir y detectar los posibles riesgos que acontezcan en la entidad.
Además, deben ayudar a que todas las personas de la organización comprendan las medidas, protocolos y procedimientos internos de la entidad, por lo que también son un gran canal para la gestión de dudas e incluso servir como conducto para aportar ideas y sugerencias, ¿Quién mejor que las personas involucradas en el día a día de la entidad, los verdaderos conocedores de los procesos y conflictos internos, para mejorar nuestra gestión y hacerla más eficaz y eficiente?
Asimismo, desde Ethikos&Compliance creemos que este tipo de canales son una gran vía de para mejorar la calidad de vida de las personas que se encuentran trabajando en la empresa, así como, en el caso de centros educativos, lúdicos o de ocio, de los menores de edad que allí pasan sus horas. A través de estos canales las personas involucradas con la organización pueden comentar sus necesidades respecto a su salud mental: ayudando a la promoción de la igualdad y a implementar o mejorar las medidas contra la discriminación o cualquier tipo de violencia.
Por ello, abogamos por un canal de comunicaciones abierto a todo el mundo y que, de manera anónima, se puedan comunicar aquellas situaciones ocurridas en el contexto de la entidad -no solo dentro, sino también con compañeros, proveedores o personas involucradas de alguna forma con la organización y que ocurren fuera del centro-. Estas situaciones deben resolverse por personal con las capacidades profesionales requeridas, contando siempre con una investigación rigurosa de cada alerta que llegue al canal y sin represalias de ningún tipo para la persona que utilice el canal -de hecho, nosotros consideramos que éstas personas deben ser un ejemplo de valentía, no conocerse como “chivatos”-.
En definitiva, el canal ético es una pieza fundamental en toda organización sea del tipo que sea; empresas, centros educativos, asociaciones, fundaciones, etc. deben contar con un conducto a través del cual sus empleados y las personas con las que se involucran pueden comunicar aquellas dudas, sugerencias o alertar de situaciones de riesgo, ayudando a la organización a conservar su reputación, así como a mitigar e incluso paliar o evitar posibles riesgos que pueden conllevar sanciones en un futuro.
Si quieres obtener más información sobre los canales de denuncia o estás pensando en implementarlo en tu empresa, siéntete libre de contactarnos y estaremos encantados de ayudarte.