Los periodistas también viven una propia guerra interna que condena a su libertad de información y al igual que muchas personas inocentes mueren a manos de aquellos que están al servicio de su país y no conocen la palabra ‘humanidad’. Nosotros mismos somos los consumistas de los medios de comunicación, donde vemos casi a diario como corresponsales enviados a las zonas que ya casi están entre escombros y personas inocentes muertas, como estos especialistas de la información dan la última hora sobre los últimos movimientos de la guerra en las zonas más afectadas protegidos con chalecos y cascos para evitar cualquier represalia contra ellos.
Desde
Ethikos & Compliance
hemos querido explorar uno de los puntos que denota la
importancia de los Derechos Humanos y más en tiempos de guerra como es la libertad de prensa. En 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba por parte de los países miembros pertenecientes a la UNESCO proclamar el
3 de mayo de 1993 como el
Día de la Libertad de Prensa. La evolución de la tecnología proliferando en la aparición de los primeros medios digitales ha permitido que la información haya circulado libremente y de forma inmediata.
Sin embargo, la seguridad de los que trabajan incansablemente tanto en la obtención de la información como en su previa comunicación al mundo es nula. Es un claro ejemplo de que se está pisoteando los Derechos Humanos, pero esto no solo abarca a los periodistas, también seguimos conociendo noticias del ámbito nacional como es la
derogación de la Ley LGTBI + por parte del gobierno de la Comunidad de Madrid, los números de
mujeres asesinadas a manos de sus parejas, el
auge de la ultraderecha en algunas comunidades autónomas, las
desigualdades socioeconómicas, las crisis migratorias y un largo etcétera.
No obstante ha surgido algún fenómeno de manos de la desinformación y bulos que han repercutido de manera directa en las grandes instituciones, aquellas que controlan en su mayor parte el poder mediático,
poniendo en peligro a la democracia, los Derechos Humanos y al Estado de Derecho.
Pero ante este atentado a la libertad de prensa ¿qué debemos de hacer? Partamos en primer lugar del artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que dice lo siguiente
“todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
En segundo lugar, debemos poner en el centro a la libertad de prensa apostando por la pluralidad, la independencia y la diversidad. Principalmente el derecho a la libertad de expresión se trata de una condición previa y además de ser una fuerza que impulse el deleite del resto de derechos que la componen.
Nuestra reivindicación también se traslada a los
poderes que deben
velar por el respeto a la libertad de expresión y concienciar de los problemas que sufren los periodistas manchando así su ética profesional.
Como vemos, la libertad de prensa es un pilar fundamental de las sociedades democráticas, permitiendo la libre circulación de información, la rendición de cuentas y la participación informada de los ciudadanos en la toma de decisiones. Sin embargo, en el contexto actual, donde la transparencia y el cumplimiento son cruciales, surge un diálogo complejo entre la libertad de prensa y las prácticas de Compliance: las empresas de medios de comunicación deben ser conscientes de la importancia de mantener altos estándares éticos y legales.
En la intersección entre la libertad de prensa y el Compliance, se debe buscar un equilibrio que permita el ejercicio de la libertad de expresión sin comprometer la integridad y responsabilidad de los medios de comunicación. La adopción de prácticas éticas y el cumplimiento normativo son esenciales para preservar la confianza del público y mantener la vitalidad de la prensa en las democracias modernas. La reflexión constante sobre estos temas es crucial para adaptarse a un entorno mediático en constante evolución.