Muchos ayuntamientos e instituciones desde todos sus ámbitos han fomentado cenas navideñas con personas que se encuentran solas o sin recursos económicos, son actos que demuestra la solidaridad que tenemos nosotros para buscar, aunque sea minúscula, la felicidad de las personas que están riesgo de exclusión social. Hoy 20 de diciembre se celebra el Día Internacional de la Solidaridad Humana y uno de los objetivos que se persigue es acabar con la pobreza, tal y como se recoge en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
Las
buenas iniciativas y los actos de solidaridad son el reflejo de que el mundo quiere poner su granito de arena y ver al resto de personas vivir en igualdad y en condiciones favorables. Sin embargo, y desde una perspectiva donde las guerras siguen siendo el primer plato de la información, es
imprescindible la ayuda humanitaria que necesita de recursos como comida, medicinas, cuidados, alojamiento y, es una ayuda general, ya que la labor de las organizaciones sin ánimo de lucro como
Médicos sin fronteras,
Intermón Oxfam,
UNICEF,
Manos Unidas,
Save The Children, son el motor de concienciación para la humanidad.
Hoy os vamos a hablar de una iniciativa que ha salido recientemente que es
enviar una carta a una persona mayor que se encuentre en la residencia y no tenga familia. Se trata de un pequeño tan simple que puede hacer feliz a una persona que necesita afecto y más en estas fechas. Si quieres enviarle una carta a algún abuelo que se encuentre con ganas de recibir cariño os dejamos el link aquí para que podáis acceder directamente
https://adoptaunabuelo.org/una-carta-para-un-abuelo/
A nivel regional, concretamente en el
pueblo extremeño de Cabeza la Vaca se celebró el pasado sábado 16 de diciembre una
merienda solidaria en colaboración con la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles y Cáritas, todos los beneficios de esta iniciativa se destinan al
Centro Padre Cristóbal de Mérida que es un centro donde se encuentran personas sin hogar y personas que se están rehabilitando de adicciones. La organización encargada elaboró churros y buñuelos que los podías acompañar con un chocolate caliente o un café. Además, todos los asistentes de manera voluntaria podían dejar en la parroquia productos como pañales, juguetes, cunas, productos de primera necesidad para todos aquellos niños que lo necesitaran.
Otro ejemplo que podemos extraer viene de la mano de Sierra Oil que se trata de un servicio de gestión de residuos ubicado en el municipio onubense de Aracena. Esta empresa se encarga del reciclaje de aceite usado que será destinado a causas sociales en colaboración con otras fundaciones de la comarca como son la Asociación Fuente Vieja de Cortegana, Asociación Athenea de Nerva y, de la provincia de Extremadura también han colaborado con la Asociación Euexia Rural de Jerez de los Caballeros. Cabe destacar que su lema es que el reciclaje conciencie más a la sociedad con el fin de ayudar a los demás. Os dejamos más información de esta empresa en este enlace https://www.reciclajesierraoil.com/
Sin duda, aunque por muy poca repercusión que exista a nivel mediática, la solidaridad humana viene de nuestros corazones, de contribuir con los demás, de hacer felices al resto, de ser más buenas personas con aquellos que lo necesitan más y en un contexto donde vemos que lo más inocentes son los que se llevan la peor parte de luchas sin precedentes en manos de aquellos que miran más por su poder que por la humanidad.
Desde
Ethikos & Compliance apostamos por un
mundo más solidario y empático con las personas que viven en condiciones infrahumanas, con niños que cuidar, circunstancias naturales que no sean capaces de solventar por ellos mismos. Muchos factores que pueden con pequeñas aportaciones o iniciativas que sean el empujón que les haga vivir a estas personas de una manera más digna y justa.